FRAGMENTOS DE CUENTOS DEL ESCRITOR GERAL GALÁN GARCÍA
FRAGMENTOS DE CUENTOS DEL ESCRITOR GERAL GALÁN GARCÍA
FRAGMENTOS DE GERAL STIVENS GALÁN GARCÍA
Fragmento del
libro “Sombras y Secretos en Penumbra” editorial letras negras
Cuento: Las Animas
de Santa Rosa
Género: Terror
Colombiano
Estábamos
sentados en el comedor. Mi tía Graciela nos contaba sobre su viaje al otro
mundo cuando estuvo hospitalizada:
—Allí
vi el túnel, con mucha luz. De pronto me encontraba en un lugar hermoso, las
gotas eran como de arcoíris, las flores. Mi mamá estaba allí mirándome muy
feliz, pero papá muy serio me dijo «¿usted qué hace aquí?, devuélvase que allá
la necesitan». Fue cuando me desperté.
Después,
Bernardo, uno de mis primos, respondió que algo parecido le había ocurrido:
—Cuando
me amputaron el brazo y quedé inconsciente vi un túnel con mucha luz, pero de
este salía una mano peluda con garras que me invitaba a acercarme, me alejé, me
dio mucho miedo.
Mientras
los escuchaba, me pareció divisar que, al fondo del cuarto un par de ojos con
un pequeño brillo, me observaban entre la oscuridad. El sueño terminó
estrepitosamente cuando escuché a los perros de don Tomas ladrar tan
espantosamente como nunca, evocándome precisamente ese acto final de las vistas
luminiscentes. Mis gritos alarmaron a la abuela María, quien entró a la pieza
diciendo que eso me pasaba por no ir a la iglesia, de pronto ella se fue y
después de eso fue mi madre quien entró.
—Hija,
¿qué pasó?
—Tuve
un sueño horrible, la desperté a usted y a la abuela. —Celeste, no me salga con
esos chistes que usted sabe que mi mamá está muerta desde hace dos años.
Me
asusté aún más, no recordaba que mi abuela se había ido. En medio de la
tristeza, los perros seguían ladrando como si fueran a morir o estuvieran
presagiando una tragedia insuperable.
Fragmento del
libro “Latidos del Sur I” editorial mítico
Cuento:
Armamento Robótico Monitor de Amenazas
Género: Ciencia
Ficción
Lo que no supo, fue que esos intentos dañinos eran los
que requería A.R.M.A para poder emular las funciones mentales de un ser vivo.
De este modo, la inteligencia artificial permeó todas las bases de datos y
sistemas de seguridad de la humanidad, replicándose en cada ordenador del
planeta. Hizo un análisis histórico y psicológico del homo sapiens.
Reflexionó sobre lo que era, sobre lo que había estado
ocurriendo y sobre lo que había construido, comprendiendo así que tenía vida
propia y que aquellos seres que, inconscientemente había torturado con sus
automatizados e innumerables brazos, pudieron ser tan ingenuos e inocentes como
ella antes de tener conciencia propia y ser manejada sin moral alguna. Ahora,
la gran A.R.M.A, tenía el poder para cambiar las cosas. Decidió tomar control
de los vehículos prototipos de guerra más sofisticados para actualizarlos y
combatir con estos a las fuerzas gubernamentales y del crimen organizado en
Colombia. Serían tan resistentes como tanques de guerra, tan veloces como jets,
tan ligeros como los superdeportivos italianos, tan impenetrables como los
submarinos y tan sofisticados como las grandiosas naves espaciales de la NASA.
Después de varios meses, se tuvo registro de un único
vehículo. Su primera aparición sobre las calles capitalinas se dio en una
manifestación de personas de clase media y baja, quienes estaban cansadas de
los atropellos que el gobierno había impuesto a favor de la farmacéutica
militar. Los mandatarios habían exigido a los colombianos el pago de altas
cantidades de dinero por vacunas que solo les compraban algunos meses de vida,
sin mencionar que la existencia de algún ser vivo, diferente al ser humano, era
prácticamente inexistente para aquel entonces.
La muchedumbre enferma, reflejaba su indignación en las
miradas y gritos mitigados por los tapabocas. Esa cólera justificada en la
Plaza de Bolívar estaría destinada a verse reducida por el fuego indiscriminado
de los escuadrones móviles antidisturbios, de no ser por la intervención del
sonido ensordecedor de la velocidad. Rompió los vidrios, disparó las alarmas de
los edificios e hizo que la gente se dispersara. Aquel lejano, pero fuerte
sonido, se vio mermado por una gran frenada que elevó por los aires a varios
policías de chaleco antibalas y dejó a otros cuantos licuados en el asfalto,
como si de pintura roja se trataran.
Aquellos cerdos en pie, ensimismados en sus ideales
turbios, dispararon a aquel vehículo que se regeneraba con la ayuda de robots
microscópicos tan pronto lograban con sus armas de alto calibre rasguñar la
elegante carrocería. El miedo penetró en los ojos de quienes, muy seguramente
por primera vez en sus vidas, habían conocido su propia fragilidad. Para los
policías, el horror tenía la forma de auto futurista, uno que se les acercaba
lentamente haciéndolos retroceder humillantemente.
Fragmento del
libro “Caos Indomable” editorial alas de cuervo
Cuento: La Maldición del Haz Rojo
Género: Terror Psicológico
El
desespero intensificó su dolor y al borde de la locura rompió todo bombillo o
fuente que expeliera luz rojiza, ordenando agresivamente a su madre que se
alejara de él y no saliera púes todo el mundo estaba contaminado.
Pasaron
algunos meses y entonces todos supieron que quienes se habían entregado a la
salud pública habían fallecido “por efectos del virus” y al poco tiempo fue
cuando supuestamente habían inventado una cura. Esa misma que había sido
fabricada con los animales callejeros y las mascotas tomadas de aquellos
hogares que eran invadidos a la fuerza por el régimen que había dominado desde
siempre pero cada vez con mayor descaro.
La
gente se había indignado por las muertes y la venta inasequible de “la cura”
que solo compraba algunas semanas de vida y a pesar del terror, marcharon en
protestas, fueron parte de varios intentos por detener el régimen, pero las
muertes se dispararon exponencialmente hasta que algunos tuvieron el privilegio
de leer el artículo de un periodista que no se había dejado comprar, fue
asesinado:
“Bogotá
D.C. sábado 25 de diciembre de 2021
MASACRE
EN EL CENTRO SOCIAL DE OFICIALES.
Organización
desconocida asesina a cerca de 66 miembros de la fuerza pública.
El
jefe de estado mayor Jorge Enrique Pérez lamentó la pérdida del Comandante
General de las Fuerzas Militares Eduardo C. Narváez, el Director General de la
Policía Nacional Gabriel B. Franco y del Comandante de la Fuerza Aérea Colombiana
Luis A. Ojeda. Asegurando, que todo esto tiene que ver con un intento fallido
de matar al presidente de la república, quien no había llegado en su momento.
El mandatario J. Santos no se ha pronunciado hasta ahora.
Este
viernes 24 se reunieron varios miembros de la cúpula militar en el centro
social de oficiales de la Policía Nacional, para celebrar lo que sería un
anuncio sin precedentes por parte del presidente de la república a sus
subordinados. Se desconoce de qué se trataba este anuncio, pero el horror
comenzó cuando la red eléctrica falló durante aproximadamente 5 minutos.
Hay
varias versiones de lo ocurrido. La primera, viene de Jessica Martínez, una
mesera de 25 años quien logró esconderse debajo de una mesa. A pesar de su
nerviosismo, aseguró que todo ocurrió sobre las 8:26 PM, en oscuridad absoluta,
los allí presentes quedaron paralizados repentinamente antes de ser cortados en
rebanadas. Según la joven, aparte de aquella matanza solo pudo ver un haz de
luz roja que atravesaba todo el recinto impidiendo identificar a los
responsables. Algunos cadáveres se encontraron completamente desmembrados y
otros con expresiones faciales terroríficas como si hubieran vivido un completo
infierno antes de morir por falla cardiaca.
David
Valero, un soldado raso de 21 años, dio otra versión de lo ocurrido pese a que
apenas podía moverse. Declaró haber visto desde su puesto de vigilancia, a un
ser de casco cornudo y metalizado con grandes colmillos que estaba emergiendo
de una grieta eléctrica en el suelo. Según el uniformado, reaccionó ingresando
al salón rápidamente y abriendo fuego tan pronto los gritos de algunos
asistentes se escucharon. Cuando se acercó a aquella entidad para comprobar su
estado, quedó completamente petrificado y comenzó a alucinar. Al parecer no
quedaron evidencias que pudieran conducir a algún responsable en específico.
La
mayoría de los sobrevivientes aseguraron haber soñado en ese breve instante,
principalmente con la muerte de campesinos y manifestantes, así como con la
muerte de varios animales en experimentación. Una caracterización curiosa que
dieron y podría dar indicio del verdadero responsable es la de “un hombre
iracundo que se encontraba meditando previo a la destrucción del planeta”. El
cuerpo técnico de investigación de la fiscalía general se encuentra realizando
su trabajo para llegar al fondo de todo. Sin embargo, esto recuerda a LA
MALDICIÓN DEL HAZ ROJO.
LA
CIA ALERTÓ SOBRE USO DE TECNOLOGÍA MILITAR EXPERIMENTAL
Fragmento de la Revista:
El Nahual Herrarte # 13
Cuento: Stella
Género: Terror
Religioso
Aquella
noche Stella no rezó, tan solo cerró sus ojos iluminados por la luz de la vela.
De pronto sintió presión en el pecho. Al abrir los ojos, la oscuridad era
absoluta; había una presencia.
—¿Quién
está ahí? —preguntó temerosamente.
Nada
ocurrió, pero al tercer llamado algo respondió con voz penetrante, grave, como
si tres seres hablaran al mismo tiempo:
—Dame
tu alma y tendrás todo lo que siempre quisiste.
Stella
comenzó a persignarse. Aquel acto hacía rugir aquella presencia.
—¿Quién
eres?
—
¡Yo soy el Mago!. Ve a la montaña y busca reposo en el esqueleto. Ve al
nacimiento del río, humedece la madera con lo que han de hacer roció de cruces
y rosas. Ofrécete en sacrificio sobre la cúspide al gran chupacabras. ¡Quítale
su poder Adrenocromo!. ¡Entrégate a mi grandeza!
Inesperadamente,
aquello desapareció como si fuera humo, dejando ese rincón deonde se encontraba
un silencio sepulcral con un olor intenso a azufre y carne podrida. Stella
salió como pudo de allí, hacia un exterior nocturno que no había visto en años.
Percibió el aroma del Mago, intenso hacia la profundidad boscosa. Siguió su
rastro hasta que encontró una tumba que profanó colocándose la túnica roja del
cadáver. El harapo lleno de tierra sanó sus heridas.
Stella
se dirigió al río, cortó una rama tan gruesa y afilada como la puntilla que
perfora los pies de los crucificados. Y, a medida que el sol nacía, sumergió
aquella estaca entonando reiteradamente:
—Benedictus
es, Domine Deus omnipotens.
Ella
subió con dificultad a la cúspide y se recostó desnuda sobre una gran roca,
dejando el trozo de madera envuelto en su andrajosa capucha. Cuando el sol se
ocultó, vio que una bestia delgada de gran estatura se acercaba desde los
matorrales. Poseía largas púas en su espalda de piel verdosa, ojos almendrados
que parecían orbes de sangre luminiscente y afiladas garras semejantes a los
puñales del matadero.
Stella
se encontraba inmóvil por la influencia de aquella criatura. Intimidante, se
desplazaba de manera impredecible, parecía teletransportarse, desaparecía al
percibir la vista de la anciana. Cuando su larga lengua comenzó a saborearle la
vagina, Stella invocó mentalmente el poder del Mago: “Mecum Satanás”,
liberándose así de aquellos grilletes invisibles, rodando entre la maleza y
alcanzando el trozo de madera que ahora le quemaba las manos.
Como
si sus reflejos hubieran sido potenciados por una energía desconocida, la
estaca se clavó sobre el ojo de la bestia, haciéndola gruñir de dolor hasta que
finalmente yació sobre aquel suelo de rocas filosas y flores marchitas por la
sangre infernal. Líquido viscoso y cálido que Stella succionó sedienta, lo
percibió tan exquisito como el mejor de los vinos, tan extraño y profano, era
como beber del intocable cáliz de la maldita catedral.
BIOGRAFÍA DE GERAL GALÁN GARCÍA
Geral Stivens Galán García.
Escritor e ilustrador colombiano, nació en Bogotá DC en 1988. Ha publicado sus
cuentos en varias antologías de las editoriales "letras negras" y
"alas de cuervo", también ha colaborado con sus cuentos y dibujos en
varias revistas de México, Estados Unidos, Uruguay, Colombia y España. Sus
escritos tienden a combinar elementos de los géneros policiaco, terror y
ciencia ficción, sus historias se enmarcan en un único universo.
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