POESÍA Y SEMBLANZA DE ÁNGEL VALERIANO
POESIA Y SEMBLANZA DE ÁNGEL VALERIANO
POEMAS DE ANGEL VALERIANO
Del libro
“Charcos de Sangre” (VL Ediciones, 2014)
Encono
La supurante llaga podrida que se pudre más cada día
se agranda en el pecho de aquellos que amamos la vida
pero deseamos la muerte,
crece como un lunar maligno
se agranda como un tumor cancerígeno
destroza todos los órganos vitales
arrinconándonos cada vez más en el oscuro ático del
suicidio,
la llaga emana linfáticos sentimientos de destrucción
de odio y hastió,
se escurren los jugos malolientes
hacia el cerebro ya pútrido
por tanto tabaco, alcohol, preocupación y fastidio
encona el corazón con sus bacterias
y sus microbios adictivos,
la muerte llama a la puerta
toca el timbre de los delirios
y acaba por compartir con nosotros
nuestros últimos momentos, antes del eterno exilio.
no culpo a nadie más que a mí
por mis actos y mis desvaríos,
no castigo a nadie más que a mí
por ser lo que nadie ha querido,
no mato a nadie más que a mí
por ser el solitario enfermizo,
ese que acusó a los demonios y a los ángeles vendidos
ese que también se bañó en los charcos
para poder escribir versos sin faltar a su designio,
ese que fue el mismo el encono de todo lo vivido
y que, para poder vivir
tuvo que morir en el mundo de los vivos
sin culpar a nadie más que a él,
por el encono de todo su organismo.
Del libro “Crepitaciones de la Carne” (VL Ediciones, 2017)
Arder
Arden los sentimientos en los corazones humanos.
El amor ya ardió demasiado
tanto, que sólo quedan escombros
bajo el odio triunfante
cuya victoria sobre su hermano
ha vuelto cenizas muchos abrazos.
Arden los ojos brillantes
van quedando vestigios del hombre humano
de ese último cultivador de artes,
pues, la visión universal benévola
arde en las pupilas hondas del ojo deformado.
Y el tacto conocedor de amores amados
se va, se fue rosando la herida de su costado
porque ya no hay quien de la mano
sólo hay muchos que la quitan
y la vuelven egoístamente al bolsillo solitario.
Más, hay manos que no arden en vano
sino que, al arder,
se vuelven puños unificados
y enarbolan en su unión
la lucha eterna de los marginados
la revolución perpetua de los hijos del barro.
Si, hay manos que no arden en vano
porque no dejan más ceniza
que la reivindicación de los pueblos explotados.
Arden, arden los sentidos en el hombre civilizado
quedan escombros de lo que una vez amamos
y escucha,
oye el crepitar de la tierra que quemamos.
Tanto, tanto nos separó la vida
para terminar siendo comida del mismo gusano.
Del libro “Catábasis”
(VL Ediciones, 2022)
Quinta Parada
Aquí viene otra vez
la sombra
la angustiante
interpelación del hombre
mi brillante mirada
ya no quiere observar
oscuros pájaros sin
pico
todos
malignamente me
quieren tragar,
ah esta congoja
esta ventisca
chirriante
ah vetustez humana de
pobres gentes
vienen aquí prematuramente
vienen a escribir
versos insuficientes
insulsas narraciones
que flotan
palabras que ni el
viento quiere
desvaríos de pueril
corazón,
aquí vienen a
pregonar revoluciones
con sus carraspeos de
ebrio
con ínfulas de
advenedizo bardo
desparraman sus penas
cual guijarros
vates de carmín
rosado
soberbios idólatras
cavilantes de mercado
por el espectáculo
buscan ser adoptados
poseros glamurosos
llenan sus vacíos con
amargos tragos
quieren ser malditos
sin llegar siquiera a
pobres diablos,
viven jugando al
viejo bohemio solitario
como huérfanos en
invierno desesperados
aquí vienen otra vez
quieren darle color
al viento
pero el viento ya se
les ha escapado.
Ángel Valeriano (Ferreñafe, Lambayeque 22 de abril 1992)
Ha publicado los libros “Charcos
de Sangre” (poemario 2014), “Crepitaciones de la Carne” (poemario 2017),
“Relatos Esquizofrénicos” (narrativa 2020) y “Catábasis” (poemario 2022).
Como entrevistador, condujo
programas en radio y TV digital.
Dirige la revista La Voz
Ausente.
Forma parte de la
organización de Los Miércoles Culturales de Lima Norte, de los Sábados
Culturales en el campo ferial Amazonas y del Movimiento Cultural Lima Norte.
Se desempeña como docente de
lengua y literatura.
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