TRES CUENTOS DEL LIBRO "BIENVENIDOS A APANTAS" DE FRED SAGASTUME
TRES CUENTOS DE FRED SAGASTUME DE SU LIBRO "BIENVENIDOS A APANTAS"
UNA
OLLA DE ESPERANZA
Hoy amaneció como uno de esos días
suculentos, que uno no quisiera comérselo a cucharaditas, sino tragárselo con
hartas ganas: con ojos, con piel, con manos, con uñas, glotonamente hasta
saciar ese nuestro ancestral ayuno...
Hoy amaneció apetecible para mortales como yo,
que desea digerir dulcemente, deliciosamente, la vida sin trueques y sin mañas,
sin artimañas chambonas: sin el amargo amago, sin lúcida acidez, sin solapado y
salado gris de una nostalgia venidera... En ese sueño de siesta, atravesar
umbrales borgeanos donde al otro lado nos espera un apuesto arcoíris con
cabellera femenil que, nos invita a vivir en un mundo que germina bellamente,
verdemente, con abundancia del maíz y su aroma artesanal del caliente comal...
Y, no habrá vientre que reclame el ayuno de siempre, ese llamado hambre en un día
como hoy, un erubescente, un rutilante amanecer, lleno de fe. He amanecido con
las manos llenas; el corazón con abundante sol alimenticio y una olla de
esperanza que se desborda deseando compartir éste y más días...
ZAPATERO A SU ZAPATO
En este depredado mundo de gastadas suelas
que ya no se remiendan ni consuelan, ni ameritan su arreglo por ese
ciudadano-maestro Macedonio Arquímedes Polanco que, conoce de la carencia y la
economía de un pan, ese anciano con un oficio en terrible peligro de
extinción... Deambulando avenidas va y viene, porque, esa digna profesión no da
para pagarse un local. Vociferando va: «¡arreglo zapatos... zapatero de oficio
por amor al oficio...! ¡Arreglo Zapatos por Dios!».
Y, así, eleva sus negrecidas manos como alzando una súplica a alguien allá arriba, muy arriba en esa celeste azotea que retumba, que zumba con su eco, sin recibir la Gracia de un suave murmullo: «¡Venga aquí, suba... aquí lo espero con mis gastados zapatos para ver si tienen remedio...!».
MERECIDA DESPEDIDA
Entre vigilia y sueño: en ese pequeño
trecho, ese diminuto espacio, ese deambular entre oscuridad y claridad, esa
nochealba, en un amanecer inconcluso te apareciste Gregory, desde el umbral de
aquel 13 de junio de ese año de Nuestro Señor 2016 que no había sabido nada de
ti ni de tu magnánima eternidad.... Te manifestaste, primero, susurrándome al
oído, luego frente a mí, no te tuve miedo ni antes ni ahora.
«A los idos y venidos se les respeta»,
pensé y, me lo dije en voz alta.
Yo
de toda la vida te admiré, desde que tus ojos encontraron a Melquíades, a los
Aureliano, a la bella Meme, a la colosal o, diríamos marqueziana y totémica
Camila, fecundada con mi apellido. Después de darle vida a La Maga de Cortázar.
Viviste entre letras e idiomas, sabihondo perpetuo, conocedor de lenguajes
romanceros, semánticas floridas que entre línea y línea diste vida, suspiro,
llanto y sepultura en lengua de Shakespeare
a todos nuestros genios reales y mágicos: míticos, místicos e
hiperbólicos.
Ese fuiste, eres y serás siempre, trasladado a la lengua de Whitman todas las bellas hojarascas y mariposas amarillas impregnadas de rocío poético. La magia de Amado te envolvió. Fuiste venerado, eres y seguirás siéndolo por futuras generaciones de lectores angloparlantes. Te apareciste para insinuarme y, quizá desarmarme de las tan tontas y torpes inseguridades que me asedian. Te dirigiste a mí y en uno de esos pestañeos me sacudiste, me dejaste entrever que fuiste capaz de hacer alquimia, que habías aprendido de Melquíades hacer oro, no de los metales, sino de las palabras y, con ellas habías conseguido tu propia inmortalidad. Esos calendarios de soledad eran capaces de desvincularse y hacer con la magia del verbo una nueva realidad y una brillante mañana... ese perenne polvo de oro te acompañó desde ese primer aliento del año de los dioses 1922, desde Yonkers hasta Macondo y allende a los mares de Branford donde también se cultiva y florece la poesía, esos paisajes míticos que creaste, recreaste y, reinventaste... por eso hoy tengo un desdoblamiento borgeano, te tengo en mis pupilas, en mi tacto y en cada amanecer de tus magias literarias:
—Buenos días, Yo... ¡Soy Rabassa!
Desde las cúspides andinas hasta el poblado mundo colorido Maya asturiano. En
el centro del universo: cosmovisiones de Batunes y nahuales... Yo... ¡Soy
Rabassa! en el poblado mundo de las Magas y en el despoblado mundo de la
soledad de los Buendía. Por ahora me despido entre el Yin y el Yan: medio
dormido, medio despierto, erguido me despido en un milenario Quechua-Maya:
—¡Tupananchiskama!
—¡Janil 'a' Matyosh!
BIOGRAFÍA DE FRED SAGASTUME
Fred Sagastume poeta y escritor guatemalteco-peruano. Nació en Esquipulas, oriente de Guatemala. A muy temprana edad –catorce años—conoció el desarraigo: Llegó a sentir la solitaria y amarga diáspora, para así volcarse de lleno a una escritura rebelde, pero de profundo sentir.
Ha residido la mayor parte de su vida en los Estados Unidos de Norteamérica. Estudio magisterio; sin embargo, solo ejerció brevemente la docencia. Desempeñó diferentes oficios como editor bilingüe (libros de texto, nivel intermedio) para Simón and Schuster, entre otras editoriales; tuvo también, junto a su esposa, por 17 anos un exitoso negocio, luego se dedico a la venta de elixires hasta su jubilación. Con dicho retiro, ha sido de mucho beneficio para su apasionado quehacer: la escritura y en menor grado la pintura. Fred Sagastume es peruano por convicción y amor. El amor de una mujer peruana, un ángel, que le ha dado espacio y alas para volar, sonar y escribir la cotidianidad de nuestros pueblos con sus bellezas y sus quejas.
Fred Sagastume es el autor del voluminoso poemario –una triada con un simbólico nombre llamado--: Emalgias como un violín de surcos y, esta última obra en prosa titulada, Bienvenidos a Apantas, una colección de relatos y micro relatos con temática variada, .abundan en esta obra de cerca de 100 cuentos, el existencialismo y las letras contestatarias. Además aborda temas de actualidad como: el feminicidio, el maltrato animal, las injusticias sociales, el medio ambiente y, un futuro nihilista, en el cual el autor propone actuar de inmediato pues para él, las letras son esenciales para llamar a “la acción y solución de los grandes retos o desafíos que el mundo actual afronta.
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